martes, 17 de septiembre de 2013

Tú, doble o nada.


'Ebriarme' es uno de los verbos  que te conjugo cuando pasas
porque me suena a beberse tu boca llena de penas 
y disparar con las balas sinceras de un borracho
a quien en tus brazos no se encuentre sobrio de dudas.

Es fácil así vaciar el pecho de todo lo que no arrastres al tragar,
quemándome hasta este miedo que no sé dónde ponerlo
cuando pretendes salvarme de la caída en tus ojos sólo con la punta de los dedos.

Luego es simple: colocarme de frente y de ti hasta que me digas 'basta',
y yo, entre tú o nada, te apueste al doble para verte venir dos veces,
y que a la tercera, no sepas ni cómo ni cuándo y sin buscar los pretextos,
te quedes aquí.

Atarcezco de mañana para que el sol te ciegue 
y que el verbo 'sintigo' no sea nunca más 
el que de noche rime este juego de manos, 
mi duelo conmigo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario