Sudábamos reencuentro, sudor de promesas sin cumplir, o sí, momentáneamente. El sudor que destilábamos sabía a "te he echado de menos", a ratos dulce, a ratos salado, como esa magnífica sensación que produce en la boca la tosta de queso de cabra con cebolla caramelizada del bar que hace esquina. Sabíamos, sudábamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario