Ven, que ya termina enero y te voy a enseñar a arder para
aliviar este frío, que no vamos a dejar que cristalicen los huesos y ser tan
frágiles como una vez fuimos. Ven, que te voy a desnudar de ese caparazón
anti-todo que te aleja de este calor con-sentido. Ven, que hoy voy a dejar de
ser ese yo que se asusta y me voy a mostrar de vida abierta. Ven, que tú vas a
dejar de ser ese tú, ese frío, ese miedo a querer queriendo. Ven, que hoy vamos
a arder con las manos y daremos celos al sol de enero, que nos mira apenas sin
fuerza por la mañana. Ven que te diga lo mucho que a veces me des-importas y
las ganas que tengo de desnudarte el corazón, a fuego lento. Déjate endulzar
por el sabor de los deseos que nos brotan de cada uno de los poros de la piel y
permite que te tiña de besos con olor a tierra mojada. Olvídate del tiempo, que
a partir de hoy, ni tú serás tú, ni yo seré yo, tal y como nos conocemos.
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